Amamos el iluminador en todas sus presentaciones; líquido, en barra, polvo o crema, porque sea cual sea tú favorito, todos cumplen con su misión principal: hacer brillar tu rostro de la misma manera en que brilla tu actitud.
Un iluminador de maquillaje es un producto cosmético que se utiliza para resaltar y dar brillo a ciertas áreas del rostro, con el objetivo de crear un aspecto más radiante y juvenil en la piel. Normalmente se aplica en zonas que deseamos destacar: pómulos, arco de las cejas, nariz y frente.
El highlighter es y será por siempre uno de nuestros infaltables a la hora de darle este toque final a nuestro maquillaje, aplicarnos un retoque durante el día o darle más brillo a la noche, porque una de nuestras reglas esenciales es que nunca, jamás, ni por error será suficiente brillo.
Este producto, como su nombre lo dice, sirve para resaltar e iluminar las facciones de tu rostro, darle luz a la mirada y regalarnos un toque de vitalidad espectacular. De hecho, podríamos decir que es la cereza en el pastel, porque es uno de los pasos finales que le agregan sensualidad a nuestro make up.
Podemos resaltar las partes del rostro que sean más de nuestro agrado. Por lo general se destacan los pómulos aplicando producto por encima de las mejillas, cantidades pequeñas en el arco de cupido que es la zona superior a nuestros labios y dando un toque suave en el lagrimal para despertar más la mirada.
Empecemos conociendo al rey de la pigmentación intensa: el iluminador en polvo. Este producto suaviza y se mezcla fácilmente para lograr un brillo fantástico en todos los tonos de piel. Lo puedes encontrar individual o en set de tres, en el que puedes aprovechar todos los beneficios de los tonos ultra brillantes combinados con el bronzer que le aporta dimensión al rostro dándole un bronceado luminoso.
Por su parte, los iluminadores líquidos cuentan con una fórmula liviana, no pegajosa y con pigmentos reflejantes de la luz, por ello aumenta la luminosidad de la piel con un brillo saludable. Te recomendamos aplicarlo con la yema de tus dedos sin ejercer mucha presión en las zonas que desees resaltar.
Tampoco podemos olvidar la practicidad de las perlas iluminadoras, pues con ellas solo necesitamos pasar unas pocas veces nuestro accesorio predilecto para la aplicación y listo, combinamos el brillo y el bronzer necesario para que nuestra piel se vea resplandeciente.
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