Aplicar generosamente 30 minutos antes de cualquier exposición al sol. Renovar la aplicación frecuentemente, especialmente después de haber transpirado, nadado, o secado con una toalla. Se desaconseja exponer a los recién nacidos y a los niños directamente al sol.
No hay que exponerse demasiado tiempo al sol, incluso si se usa un protector solar, ya que la protección no es absoluta. La sobreexposición al sol es peligrosa para la salud.