Definitivamente eso de “antes muerta que sencilla” no es solo un dicho: es parte del ADN de la comunidad latina. Porque para nosotras, la belleza no es superficial, es cultura e identidad. Una belleza que es reconocida por sus vibrantes y variadas expresiones, una belleza que vive orgullosa de sus raíces y celebra su autenticidad.

Y no lo decimos solo nosotras: un estudio de Televisa mostró que el 96% de las latinas necesita al menos un producto de belleza antes de salir de casa, en comparación con el 24% de las no hispanas que están dispuestas a salir de casa sin nada de maquillaje. Pero ojo, esto no es una cuestión de vanidad ni de clichés. No somos una copia pegada por el molde de “curvas y superficiales”.

Al contrario: somos tan diversas y únicas que ese cliché no nos aplica en lo absoluto. Al ser expertos en tantos tipos de pieles, cabellos y tallas, no hay manera de encajarnos en una sola categoría. Ya no solo vemos que la modelo de la campaña es latina, sino que la creadora de esa marca también lo es y está compitiendo con las más grandes del mercado.

Hoy vemos marcas que heredan tradiciones culturales en sus fórmulas, como Vitú, que usa ingredientes naturales como cannabis y caléndula en sus cremas y sueros. O Nude, una marca 100% colombiana que ofrece protectores solares pensados para todos los tipos de pieles y estilos de vida.

¿Y en maquillaje? También hay poder latino. Atenea y Montoc son ejemplos de marcas creadas para resaltar lo que nos hace únicas: cejas definidas, pómulos marcados, ojos intensos y labios que hablan por sí solos.

En Beautyholics creemos que la belleza latina es de todos y para todos. Porque esta estética, más que una tendencia, es una cultura viva. Una forma de expresión que se ha vuelto global, pero que sigue naciendo desde lo más personal: el orgullo de ser quien eres y de serlo con estilo. Un ADN que despierta inspiración y orgullo por las cualidades únicas de ser latinos.