Una feria que fue el escenario perfecto para expandir nuestro universo de belleza desde lo inmersivo: un stand pensado para sentir, compartir y hacer parte de la comunidad de los amantes de la belleza.
Durante cuatro días, Medellín se convirtió en la capital de la belleza con la feria más grande de belleza en Colombia y una de las más destacadas en Latino América.
Esta novena versión de Expobelleza llegó para recordarnos que esta industria no solo brilla: también evoluciona, innova y conecta. La palabra belleza ya no se reduce a lo estético, sino que es una industria que viene revolucionando el mundo empresarial, posicionando a Medellín como una ciudad referente en el mundo “beauty” donde la estrategia y la cultura son claves.
Desde Beautyholics fuimos parte de esta experiencia única donde se reunieron marcas, emprendedores, expertos, distribuidores y amantes de la belleza, todos con un solo objetivo: inspirar y conectar.
Cada rincón de Plaza Mayor respiró creatividad y originalidad: hubo lanzamientos exclusivos, exhibiciones de maquillaje, cuidado de la piel, cabello, uñas, barbería, aparatología, moda y mucho más.
Cada stand era una experiencia completamente diferente. No se trataba solo de vender productos, sino de crear memorias: tutoriales en vivo, dinámicas, sorteos, diagnósticos personalizados, activaciones digitales, descuentos secretos, dummies gigantes y espacios diseñados para ser virales. Desde columpios y bañeras hasta una casa de Barbie tamaño real, todo estaba pensado para que el público se detuviera, sintiera, compartiera.
Y Beautyholics no fue la excepción.
Nos alejamos de lo convencional para ofrecer algo más grande: nuestro universo de belleza en versión inmersiva. Invitamos a las personas a vivir la marca. Hablar con nuestro equipo, conocer nuestros productos, ganar entradas para ver a Bad Bunny, desbloquear beneficios exclusivos y hasta diseñar sus propios straps de celular. Todo mientras experimentaban el oversized marketing que llevamos a la feria.
Porque sí: en Beautyholics la belleza se vive, se comparte y se reinventa.
¡Nos vemos una próxima!